Tuesday, November 15, 2005

Esa maldita palabra que empieza con e (y a varios los pone en guardia)


No creo necesario que cada escritor posea un manifiesto estético que justifique o vaya guiando de manera lineal su producción artística. Es más, no sólo creo en la innecesidad de un manifiesto, sino que hasta lo considero contraproducente, puesto que encerrarse en postulados, definiciones y normas empobrece el acontecimiento artístico.

Ok, manifiesto no, pero lo que no puede negarse es que siempre hay criterios que delinean la posición estético-ideológica en la que se posa el escritor. Asimismo, éste puede no querer dar cuenta de ella, no importarle o ni siquiera haberse percatado de su existencia, porque es totalmente válido que al escritor sólo le interese contar historias, crear constelaciones de palabras, experimentar o no experimentar. Pero no se enojen escritores si una chica ingenua, cuyo nombre ¿casualmente? empieza con e, les pregunta por esa maldita palabra, que no voy a volver a mencionar ahora para que no vuelvan a atacar mi ingenuidad y para que no vuelvan a hablar de diciembre de 2001 (eso mejor se lo dejamos a académicos, economistas, políticos, sindicalistas y conductores de talk-shows).
A modo de cierre, para que vean que no guardo rencores, les ofrezco un enunciado condicional que leí en un libro de Bolaño: si dices lo que quieres escucharás también lo que no quieres.
Est..., no, no, no la voy a decir. Estamos en contacto, o mejor, will be in touch , asusta menos.

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