Monday, May 15, 2006

Compañeras

Pasaron más de ocho años. La última vez que nos vimos fue en la fiesta de egresadas: yo, totalmente borracha, ella, muy cansada: acababa de rendir el examen de ingreso a Medicina. Desde jardín hasta cuarto año éramos de las alumnas más aplicadas, pero en quinto yo empecé a perderme y es el día de hoy que todavía trato de encontrarme. Nuestras hermanas eran amigas. Nosotras no. Éramos compañeras de colegio, íbamos juntas a inglés, a ella le daba risa como yo decía “mosquitous”. Igual, nos unía algo especial, nos unía un humor tímido (y por eso bastante maldito), era de esas pocas personas con las que me entendía sin intercambiar palabras: una mirada cómplice bastaba y ya sabíamos que estaba pensando la otra. Tal vez por esa conexión es que nunca nos hicimos “amigas de contarnos todo”, tal vez, pienso, no hacía falta crear lazos que en realidad ya existían sin que nos lo propusiéramos. Nuestro punto más alto a nivel conexión fue cuando un día, a los 14, me dijo leé esto y me dio las Confesiones de San Agustín. Cuando terminé la secundaria me sentí perdida por muchas razones, pero una era que ya no iba a ser su compañera. Nunca me sentí tan estimulada para aprender cosas como cuando aprendía al lado de ella. Sol, a pesar de haber pasado exitosamente el examen de Medicina, supe que finalmente se decidió por Derecho. Yo, debo confesar que pensé en estudiar Derecho para seguirle los pasos, pero esa decisión (por suerte o por desgracia, nunca voy a saberlo) duró menos de un cuatrimestre. El jueves nos encontramos en el tren y fue como si nos hubiésemos visto el día anterior. Cuando bajamos en Ituzaingó me preguntó ¿vas para la casa de tu vieja?, Sí, le dije, y comprendió por el tono de mi voz que vivo eso como un fracaso, que ya sería hora de ir a otro lado, de ir a algún lado. Yo también voy para lo de mi vieja, me dijo como diciéndome “no te preocupes, te entiendo”.

Pasaron más de ocho años. Pienso en esa frase que escucho tan frecuentemente: “en realidad, siempre estamos solos”. Puede ser que de alguna manera eso sea cierto. Pero sólo de alguna manera.
Hasta "mañana" Sol (y que el futuro nos encuentre lejos de casa).

2 comments:

Eugenia Rombolá said...

ja, sí, como los dioses.

Maria Turner said...

Hermoso