Yo era la última a la que elegían los que hacían “pan y queso” para armar el equipo de “El delegado”. Aunque una vez fui anteúltima. Me prefirieron a Marita, que unos días antes le habían sacado el yeso del brazo derecho y todavía lo tenía hecho un flan.
Me acordé de eso al pensar en mi perseverancia hiperboba, en esa energía animalita que tengo para hacer cosas que sé que nunca voy a hacer bien.
Me acordé de eso al pensar en mi perseverancia hiperboba, en esa energía animalita que tengo para hacer cosas que sé que nunca voy a hacer bien.
2 comments:
Yo tenía una doble personalidad terrible cuando era niño. Cuando hacían los equipos en el club me elegían entre los primeros, y en el colegio entre los últimos. Siempre fui mediocre jugando, pero en el club me juntaba con los populares y eso me daba cierto prestigio. En cambio, en el colegio, andaba siempre con los nerds...
Por más que me lo explico, no lo entiendo. La lógica del pan y el queso supone una injusticia suprema, siempre gana el de pie más grande y que no digan lo contrario porque he comprobado empíricamente que es así. Así que, Euge, alegrate de no participar activamente de un engaño tan arraigado.
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