Ayer casi me pisa un auto. Cruzo Brown pensando ¿y si me pisa un auto? y no me pisa, pero cuando vuelvo a cruzar, ahí sí casi vuelo. Quedo en medio de los autos un buen rato y luego lloro el resto del camino. Cuando llego me preguntan ¿qué te pasó? y yo digo “estoy alérgica”, pero después, al segundo, ya nadie me cree: es que lloro a cántaros y las alergias no son tan efusivas. Me dicen uh, qué distraída que sos, y sí. Después toco fondo cuando rompo la cerradura y pienso que me voy a quedar a dormir en el pasillo. Por suerte logro abrir la puerta. Llego al punto máximo de descreimiento de mis habilidades manuales y me ilumino: un simple movimiento me salva del pasillo y la bronca y la depresión por ser así como soy. A partir de ese momento todo vuelve a subir. Hoy es mejor y me acordé de esta canción.
4 comments:
Arriba arriba
que abajo ya son varios!!!
que te pise un auto siempre es un bajon, salvo que estes buscando el suicidio.
los automovilistas tienen la mala costumbre de atropellar gente con la vida inconclusa. nunca una vieja chota de 87 años, viejo, siempre se les da por atropellar gente joven...
abajo los automovilistas.
ahi se ven!
19/11 Entrada 2p.
Lavalle 3476
Diego Lebedinsky ( Lectura)
José Ianniello (música)
A Dios, Freaks del amor.
Se despiden
Por primera vez.
Leonor Silvestri
Lectura
Paula Oyarzábal
Luciano Cossettini
Música + Lectura
El Quinteto de la Muerte
Narradores ( ojo que no son poetas)
Lucas Oliveira
Federico Levín
NO HAY COMO CRUZAR UNA CALLE Y DARSE CUENTA, RECIÉN A LA MEDIA CUADRA, QUE UNA, NO SE SABE CÓMO, LA CRUZÓ.
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