había tres músicos
uno
licenciado en letras
remera rayada y campera de cuero, otro
un comerciante de versos y, el tercero
hermoso y sucio
ensayaban una canción
me dijeron
que a la cuenta de tres apretara un botón del teclado
un dos tres aprieto
pero estuvo mal porque era un dos tres y
después del tres apretar, o sea
al cuarto tiempo
les dije que ya me había dado
cuenta de que no era en el tres, sino luego
del tres que tenía que tocar el botón
y aunque insistí
la decisión fue irrevocable: me sacaron el teclado
a veces los artistas son más rígidos que
un profesor de contabilidad, de hecho una vez tuve un profesor de contabilidad que
me dio otra oportunidad y no me llevé la materia
además de que era profesor de contabilidad
recuerdo que le gustaba el color rosa dior
y vino al funeral de mi abuelo a darnos el pésame
yo creo que no se puede reducir a las personas a aquello
a lo que se dedican, son más bien eso que dicen
eso que hacen en los momentos que creen
que nada quedará
¿qué nada quedará?